Las
autoridades de la universidad autónoma de Santo Domingo, en su afán de
manejar un presupuesto más abultado y poder disponer de una mayor nomina
que les permita expandir su red de clientelismo político, se han
lanzado a la cacería de la administración del nuevo hospital
oncológico. Alegan que por estar dentro del campus universitario debe
ser administrado por la academia. Lo cierto es que a las autoridades nos
les interesa mucho la autonomía, pero si los recursos que manejará
dicho hospital.
Vemos la irresponsabilidad y permisibilidad con
que la UASD ha manejado todas las cosas bajo su poder. No existe nada
bajo la administración de la UASD que esté respetando los criterios
mínimos de calidad y eficiencia.
Lo peor es ver cómo las
autoridades de la academia utilizan a los estudiantes como carne de
cañón para llevar a cabos sus objetivos, muchas veces sin estos últimos
darse cuenta. Ponen a los estudiantes a hacer manifestaciones, a riesgo
de la propia vida, para presionar al gobierno, mientras se lavan las
manos como Pilatos. Para nadie es un misterio que las mismas autoridades
financian esas manifestaciones en las que incluso participan personas
con fichas criminales.
Esto que parece ser una lucha de los
estudiantes por justicia, es en realidad una lucha cobarde de las
autoridades de la UASD para engrosar la nomina bajo su control, así como
para atacar las acciones del gobierno en su rol de opositores.
Claudio Caamaño Vélez